La Federación dispuso mil kilos del preciado molusco más que el año pasado, a todas las personas que se acercaron a disfrutar de la XII Fiesta del Mejillón, en el parque de Cástrelos de la ciudad olivica, las tres toneladas y media del exquisito molusco, preparado al vapor, se agotaron en menos de tres horas.

     En los espacios dispuestos por la organización, en los bancos del parque, con toallas sobre el césped o en mesas plegables que las familias transportaron desde sus casas. Cualquier lugar era bueno para degustar el mejillón. La finca de la marquesa se convirtió en una romería.

     Más de un  centenar de voluntarios se afanaron en la preparación de la cita desde primera hora de la mañana para que todo estuviera a punto. Cerca del mediodía, los asistentes no dudaron en esperar largas colas para hacerse con su ración de mejillones o su trozo de empanada, mientras el grupo de folk "Vellos ventos" amenizaba la jornada.

     El Olivo se plantea aumentar la cantidad de comida disponible el próximo año, tras el éxito de la cita, que crece año tras año. Su presidente, Camilo País, advierte, sin embargo, de la importancia del buen tiempo en el triunfo de una cita sin carpa y la dificultad de calcular la cantidad necesaria en un producto como el mejillón, que no se puede guardar si no se consume.

     El momento más especial de la jornada lo protagonizo el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que subió al escenario pletórico para dar una gran noticia: "Hoy es mi cumpleaños, está todo pago", señaló a los asistentes entre risas que le brindaron un aplauso e incluso le cantaron un "cumpleaños feliz" improvisado. Entregando el mejillón de oro a la Asociación Galega San Francisco, de atención a personas con discapacidad intelectual y que, el año pasado, cumplió medio siglo. Recogió el galardón su presidente, Eladio Fernández, y uno de sus impulsores, el padre Carlos Ortiz, acompañados por una representación de usuarios, que tampoco quisieron perderse la cita.

     Esta tradicional jornada gastronómica se enmarca en el programa de las Fiestas del Cristo de Vigo, aunque se distancia un poco en el calendario para evitar las mareas rojas y que el mejillón, el protagonista de la cita, esté en su mejor momento.

      Dicha fiesta demostró un año más el enorme tirón que tiene entre los vigueses. El parque de Cástrelos se llenó de los amantes de este bivalvo que se cría en la Ría y se cocina de forma completamente tradicional, con agua y mucho laurel.

     En poco más de media hora la gran afluencia de gente hizo que se formasen dos grandes colas, la primera para comprar ticket y la segunda para conseguir la ración del preciado molusco. A las 14.45 horas la Federación se vio obligada a cancelar la venta de tickets para poder garantizar el producto a los que ya habían pagado. Todo un éxito.